"BAJO LA POSESION DE LA MUERTE"

Navega sobre la bruma inesquivable.
Sobre la tibia corriente secreta se dibuja,
Con su lava incandescente lucida y terrible,
Se adelantan imperiosas sobre la firmeza de su piel
Se asienta libre, sobre la corriente que nace los enigmas,

        
Una marea en reflujo te abate. te romperá en pedazos,
La débil envoltura. que te encierra de afanes y licores,
Hasta gozar como un animal herido por tu descanso,

Formo parte de lo infinito, la muerte centrifuga mi vuelo,
En la mitología erótica, prevalece el culto a mi diosa
Bajo la esfera de sus poderes establece su reino,

Lanzo una mirada inquisitiva. al despertar de mi espíritu,
Mucho tiempo estuve en brazos de las tinieblas
Como una humanidad celosa y cruel,

Soy apogeo de las cosas logradas
Contengo mi fantasma ascendente
Mucho tiempo fue la gestión de mi ser.
Los cielos trasportaron mi alma, remando sin cesar
Para darme paso las estrellas, se apartaron de sus orbitas,
Y enviaron su influencia para que cuidase de lo que había de recibirme,

Me llama por mi nombre desde los jardines del hades.

         
Se aparece a cada momento en mi vida.
Acaricia mi cuerpo con besos suaves,

Arranca el silencio de su corazón. para ofrecérmelo.
Proclama lo que bajo ella brota y sigue,
En la oscuridad silenciosa. me ofrece sus apetitos,
Me grita balanceándose contra mi alma nebulosa.
Que se condensa como un astro lento.
Entre sus fauces, una gigantesca vegetación delirante,
Dulcemente me alimenta
Depositando su fuerza equilibrada y cabal,

Como el relámpago en medio del espasmo
Chorreando blasfemias, en briznas de humanidad
Conjura maravillas dentro de su circulo eterno,
Obedezco crucificado. en la procesión gimnosofista de su bosque.

         

Entre su negro vapor arden crespones sedientos, al tiempo de mi vuelo,
Y formo parte de un circulo antiguo, el culto a los deseos de la muerte,

La obsesión de los ojos satisface la voracidad,
Que acepta la posesión del cuerpo, bajo la posesión de la muerte,

        
Conozco bien mi propio egoísmo.
Conozco el canto en la batalla de mis deseos.
La garza que refresca ardiente la melodía de su joya,
La noche muere con su encanto
Y el tallo de mis versos gime con su dulce llanto,
Hoy sangra el silencio, ocultando los susurros del versos,
Te he abierto las profundas llamas heladas con la delicia de mi boca,

He aquí la grandeza de la vida y la muerte.
Y me entrego a sus dominantes sentidos exquisitos.
Su vigorosa lujuria profana la posesión de mi cuerpo.

        
Soy el fragmento entregado a la soberbia virtud de sus vicios,
Se apoya en equilibrio sobre sí misma.
Y me recibe la identidad a través de la materia y la ama.?
¡Christopher YEXHUA¡¡

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