Golpeo ordenando las rimas. para encontrar tu poema,
Con el deseo de vivir
Tras el fuego tenaz. que aventura los fragmentos
En la fiebre que origina las dulces vigilias,
En nuestra esclavitud remota el ritmo
Qué domina la música del tiempo.
En esos fugaces instantes. que atraviesan
Los testimonios. repartiendo fantasías,
Trasformo el amor en deseo
Resurgiendo el grito de las rimas
Que van penetrando en las venas del poema,
Alma de fuego. despiertas una tenaz aventura
Galopando en la súbita noche,
Brasas de esencia, que remontas el alba del amor
En el franco abrigo de tus muslos. existe tu leyenda
En el reino de tus fronteras, quiera estar prisionero
Reposando en la fiebre, cuyas olas ofrecen amor,
Para amar las melodías de tus sonetos,
Ay me contagia la estrofa que bordan tus deseos,
Té echo de menos y sin embargo te tengo
Tan lejos y tan cerca te siento
En la gema de tus versos,
Alma de un eco, sedienta luchas en las formas
Qué juegan los arrebatos del verso,
Quiero el veneno de tus deseos, qué mana
Dé tú profunda alameda.
Donde arden los sentidos,
Dame tú fruto dulce. donde
Tus besos el azúcar que baña
Con benevolencia. la codicia de mi boca,
Los latidos del alma. desatan la retina
En los matices ardientes del delirio,
Desvelando los cristales que tiñen la carne
En la gloriosa sed, que ampara el corazón,
En el fugaz alimento, asoma la belleza qué construye.
Soy. el sol que convierte las evidencias en relatos
Y atravieso los símbolos de las expresiones
Dando posturas vulnerables,
Todo sucede en un orden estricto
Como la claridad que desnuda los sueños,
Amo el tierno olor de tus cabellos
Qué recorren tú íntima ruta.
Y me encienden los párpados bajo
La luz de tus mejillas, en pura rosa.
Batalla mi alma en un frenético vaho
Sepultando mis pupilas,
Me perderé en tu húmeda alba enamorada
Bendiciendo este dócil milagro,
Mi espada aletea al filo del deseo
Descubriendo tus labios de mariposa.
En la obediencia que ampara el verso,
Bajo los anhelos que peregrinan
Las encrucijadas. que sirven mis glorias,
Cuando tu deseo se vierte a gozar. de esta dicha excepcional
Con sus propias armas se enreda esta felicidad.
Tú eres la forma que he escogido para vivir,
Bajo la tortura morara mi recompensa,
La llama se eclipsa en tu nido de oro.
Rizando el trino de tus bellos
Qué forman un fino desfiladero,
En la encrucijada del corazón.
Violento es tu amor, donde ampara
Un torbellino en el jazmín de tu verso?
¡Christopher YEXHUA¡¡
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