Hay una melodía voraz.
qué ejecuta la confusa frontera del corazón,
Crece en mayor ganas de luchar,
en el hondo turbión de su afán,
La gran posesión egocéntrica.
qué suma la más pura exigencia,
El fragmentó de habitar en el sarcasmo.
y no salva los reproches
Donde el odió dilapida su descansó,
Aloja los sagrados deseos de las emociones.
Excitando el bálsamo del poema.
en su más puro engañó.
No admite reproches, las esencias
del teatro que finge el alma,
Evoca un exceso estridente de placeres.
En el turbio espejo de la frivolidad,
trazando el sedal de los afanes,
Bebiendo el tragó de las exigencias.
en excesiva altivez,
El yelmo del romance es la frontera
qué suma las exigencias,
El amor es el dulce sueño de hadas
Bebiendo los jazmines del amor.
En el eterno rincón del alma,
Donde nace la procesión de los besos,
Pero esto es el terciopelo de las emociones
Que abre los rosales de bellísimas alhajas
En su flébil fruto, en el latido resuena felicidad,
La última frontera del alma.
hechizan los deseos qué florecen.
Ésta ofrenda doy con diligencia soñada.
Enloqueceré en los jardines de su loto,
Viajaré como un fantasma mortal
Enfermando en los versos que se derraman,
Yo comparto mis guerras privadas,
Luchando en el latido elemental del deseó,
Habitó en el festín, y quién me habita vivirá,
Yo entregó mi historia por el hecho concurrido,
Respetó la reflexión del milagro,
por una noche de felicidad,
Concluyó en una viciosa complicidad
Frenética, qué otorga la vida.¡¡
¿Yo, viajó en el transitó de las emociones?
¡Christopher YEXHUA¡¡
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