Contempla la posesiva convulsión
Que ejerce los secretos de la boca.
En sus filados apetitos, extenúa su seductor dominio,
Hoy acepta gozar en los jardines
que aprisionan tus dones,
Se afana en su lucha, renovándose en su ansia.
Por amar las perfecciones.
Que brinda la estrella de tus silencios,
El amor crea poesía en su trémulo péndulo
Bebiendo los suspiros que clavan pasiones,
El tapiz de la boca humedece las melodías
Que añora el alma y el capricho del corazón,
Amada, mi boca aprende y acomete dulcemente
La naturaleza de tus diamantinos labios,
El suave privilegio se ciñe por el hueco florido.
Y se desliza en el fuego de tus pasiones,
Se trenza mi lengua como relámpago
En el refugio de tus senos,
Y vuelve a buscar el honor primero,
Justicia, estos valores son la decisión
que la boca busca acorde a las leyes del alma,
Camina entre las aguas de la vida,
Avanza por las brujerías
Que precipita las riquezas divinas,
Goza en la posesión del pensamiento
Entregando su majestuosa ofrenda
Imparte el sable de la boca su primera estocada,
Amor, quiero ofrecer mi boca.
Junto al crepúsculo que abre la hermosa ebriedad,
No tejeré prohibiciones que alimenten esa desnuda llanura
En los majestuosos valles de tus pechos,
El agua de tu alma dispersan los vientos
Que obsesionan los fuegos de mi boca,
Se paralizara el latir de la carne,
En los hechizos de la lengua
Que atraviesa el velo de tu alma,
Se anida en el cuerpo dictando misterios
Revelando temblores y sufrimientos,
Respira en la nocturna húmeda medida
Bebiendo tu blanca amapola.
Extrae los aromas de un jardín
Que vuela a su propio cielo,
Abriendo el secreto desvelas tu amor,
gusto delirante te daré mi boca
Que atraviesa tus desnudos senos,
Mi lengua camina entre tus estrechos muslos de terciopelo,
Besare la fresca flor, que desvela el estallido de mi boca,
Viajo en el placer satisfecho, recorriéndote sin reposo
Tu alma, que se extiende hasta el alba de mis noches,
Tu felino rubí, me va urgiendo, con rojos labios de amor,
El lazo de tus elementos me esclaviza, con la garza de tu lengua,
Mi lengua en tu boca, establece derechos constantes,
Amada, moriré en los galopantes deseos, que proyecta tu alma,
Soy el benefactor de tus designios, dando vida con mi ebrio deseo;
Amada, mi boca el dulce panal de un nido, que hospeda tu mariposa,
¡Christopher YEXHUA¡¡
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